Aunque el término lo explica por sí solo, esto no es simplemente más información. Va más allá. Habla de un gran volumen de datos que son tanto estructurados como no estructurados y que saturan a los negocios todos los días. Lo que importa es qué se hace con todo esto, ya que si no se maneja adecuadamente, puede resultar en un arma de doble filo.
Con el big data se pueden hacer decisiones estratégicas que impliquen cambios sustanciales en la idea de una empresa. La información muestra la tendencia de los usuarios, sin embargo, el procesamiento de esta data es de tal complejidad que resulta complicado su análisis y gestión.
¿De dónde sale tanta información?
Lo que distingue al big data se agrupa en las cinco V: Volumen, Velocidad, Variedad, Veracidad y Valor. A su vez, estas palabras describen también el problema que tienen las empresas para gestionar esta data, puesto que por distintas causas como la mala gestión por software, pueden significar en tiempo perdido y no tener un valor significativo.
Esta información se obtiene fundamentalmente por internet, ya sea de redes móviles o domésticas. Pero con el auge del Internet de las Cosas (IoT) ahora existe una cantidad ridícula de datos, que claro, se pueden utilizar para obtener respuestas más completas. Otras fuentes de big data son también son los datos sectoriales recopilados por empresas especializadas y los datos experimentales.
De igual forma, sus datos pueden ser:
- Tipos de datos no estructurados: documentos, vídeos, audios, etc.
- Tipos de datos semi-estructurados: software, hojas de cálculo, informes.
- Tipos de datos estructurados
Se estima que actualmente únicamente el 20% de información es estructurada, y de continuar esta tendencia, la calidad de los datos se puede ver seriamente amenazada.
Netflix: mejorando la experiencia de usuario
Un caso de éxito de manejo de big data es esta plataforma de streaming. Los datos que almacenan van desde el tiempo que pasamos buscando en una categoría, hasta cuántos capítulos continuos llevamos de nuestra serie favorita. Eso, aunado a la selección de perfiles que la plataforma implementó recientemente, permite mostrar contenido sugerido atinado. Conocen lo que te gusta y lo que no, qué día prefieres ver películas y cuándo series.
Es por ello que no todo el catálogo de Netflix está al alcance si no se “desbloquea”. Y no es que restrinjan cierto material, claro que se puede acceder si se busca por el título, sólo que desde la navegación no aparecerán determinadas categorías. La apuesta de Netflix ya no es la cantidad, sino la calidad. El público y la reputación ya la tienen. Ahora pretenden que tu experiencia al entrar a la página o aplicación sea mejor.
Aplicación en la mercadotecnia
Está claro que el futuro en el manejo de datos va encaminado hacia el big data. Ello permite enderezar el rumbo cuando se pierde, conocer el comportamiento real de tus usuarios (no lo que ellos responden en las encuestas) para mejorar su experiencia a través de, por ejemplo, aprendizaje automático por inteligencia artificial e innovar con investigaciones y estudios para ofrecer nuevos o mejores productos y servicios.
Sin embargo, para llegar ahí, el big data deberá superar un desafío gigantesco para que no baste sólo con el almacenamiento de los datos, sino la adecuada gestión con una arquitectura de datos unificada.